Con esta palabra se designa al procedimiento por el cual se aplica agua a una plantación, ayudando de esta manera al desarrollo optimo de la misma.
Existen tres métodos de riego:
- RIEGO POR ASPERSIÓN:
este tipo de riego se caracteriza porque el agua alcanza a las plantaciones por medio de una lluvia restringida a cierto sector.
El riego por aspersión puede ser llevado a cabo en terrenos poco uniformes, colinares, con pendientes, etc. y se suele utilizar en la mayor parte de cultivos y suelos.
A través de una dosificación adecuada es posible emplearlo para regar en cantidades tanto menores como abundantes. Además no es necesario que el individuo encargado de realizar el riego posea alguna habilidad específica.
- RIEGO POR SURCOS: el riego por surcos tiene la particularidad de que el agua empleada se desplaza por los cultivos a través de gravitación. Es decir, el agua recorre la pendiente y, en consecuencia, no es necesaria la utilización de otro tipo de energía para que se movilice.
Es importante tener en cuenta que la calidad del riego estará sujeta a la sistematización del área en cuestión. Esta debe ser diseñada apropiada y convenientemente.
Hay que tener en cuenta que las superficies colinares no son adecuadas debido al gran desnivel del terreno.
En esta clase de riego, las hojas y demás partes externas de la planta no están en contacto con el agua.
- RIEGO POR GOTEO: el riego por goteo es una técnica puesta en práctica en aquellas zonas de aridez, debido a que promueve la utilización eficaz de abonos y agua.
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